Este espacio curricular representa una instancia de vinculación teórico-práctica, donde se conjugan los campos de formación pedagógica, general y profesional, en el encuentro con el objeto de intervención desde una perspectiva institucional, política y pedagógica, destinado al desarrollo de las prácticas articulada con otros campos disciplinares de la formación Significa un acercamiento concreto al espacio áulico docente y los problemas constitutivos del mismo, a los procesos de enseñanza y aprendizaje y la generación de nuevos saberes.
Se ubica en el Primer Año del Profesorado de Enseñanza Superior. Plan año 2020, siendo de cursado anual, presencial, obligatoria y cuyo formato es Práctica
Sin duda esta cátedra es un espacio de integración de saberes, puesto que, los practicantes-profesionales abordan en su formación durante el primer año de cursado, problemáticas provenientes de otros campos del saber tales como de la Filosofía de la Educación, Pedagogía, Taller de Alfabetización Académica, y sus propias trayectorias experienciales , constituyendo de este modo un capital cultural sumamente valioso; lo que les permitirá realizar una lectura de la situación educativa para intervenir en ella con solvencia epistemológica y metodológica.
Pero, también es un espacio de producción de saberes, puesto que abordaremos temáticas inherentes a la problematización del complejo campo de objeto de la Didáctica, con el propósito
de desnaturalizar concepciones, plantear alternativas posibles y, de este modo, realizar un recorrido centrando la atención en las “experiencias de enseñanza”. Esto implica analizar los supuestos que configuran las prácticas de enseñanza y la mirada crítica para su reconstrucción.
Si bien las abordaremos en este espacio curricular, no dejan de vincularse con el proceso de formación en el que influyen aspectos teóricos, epistemológicos, ideológicos, políticos, pedagógicos y profesionales.
Las “experiencias de enseñanza” constituyen un punto de inflexión que nos obliga a detenernos y a instalar la mirada sobre la “enseñanza” como campo de objetos en el que se articulan, ineludiblemente, una pluralidad de otros objetos.
El desafío para quienes estamos en el campo de la formación es entonces, explorar las posibilidades de reconstrucción del saber práctico. Para ello será necesario que revisitemos junto a nuestros estudiantes, las lecturas que se constituyen como anclajes teóricos para redefinir la formación docente, propiciando además el acceso a saberes renovados, posibilitadores de aperturas intelectuales.
De esta manera, la difícil y compleja tarea que tenemos como formadores, de construcción, deconstrucción y reconstrucción de la praxis, tiene como finalidad otorgarles nuevos sentidos teóricos a la misma, reconceptualizando esos saberes construidos desde la experiencia con el objetivo de impactar a las prácticas produciendo efectuaciones.
Desde este espacio curricular pretendemos brindar herramientas que faciliten el fortalecimiento de la formación de cada uno de nuestros estudiantes, futuros docentes, desde un marco interpretativo, crítico e histórico, a fin de formarlos, con capacidad para tomar decisiones en forma autónoma y reflexiva, permitiéndoles al decir de Steiman “repreguntarse la didáctica” (Steiman, 2008, p.35)